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CARTA AL JEFE DE UNIDAD MILITAR 2085

Central Venezuela, agosto 28 de 1966

DEL: Sold. UMAP Buenaventura Luis Pino
AL: Jefe Sección Política Co. # 1, Unidad Militar 2085

Compañero:
El que suscribe, Buenaventura Luis Pino, natural de Viñales, Pinar del Río, vecino de la Avenida 48 # 6522, en Cienfuegos, de 30 años de edad, casado antes de ser anunciada la Ley del S.M.O. (el día 26 de enero de 1961), expone a usted lo siguiente:
Que el día 19 de noviembre del pasado año fui llamado al S.M.O. como recluta UMAP, prestando mis servicios desde entonces en esta Compañía, quedando desde ese momento mi familia en difícil situación, ya que la única entrada económica de la misma era producto de mi trabajo como Ministro Religioso (Bando Evangélico Gedeón).
Mi esposa, Lucía González, no puede ocuparse en otro tipo de trabajo que resuelva esta situación por tener que atender a nuestra pequeña hija de tres años de edad, además de los quehaceres de la casa. La iglesia en que milito no está obligada a mantener a mi familia toda vez que no puedo trabajar para ella mientras permanezco en el SMO, y aunque sé que lo haría de buena voluntad, tampoco puede por ser una iglesia sumamente pobre.
Desde mi reclutamiento, hace más de nueve meses, he solicitado repetidas veces una pensión, según la ley establece en estos casos, que le permita a mi familia remediar las mayores necesidades. Esta solicitud ha sido hecha verbalmente y por escrito, tanto a través de la Sección Política de esta Unidad como por el Comité de Reclutamiento de Cienfuegos, donde me han prometido procurar una pronta solución, que hasta ahora no ha llegado. Algunos familiares, vecinos y amigos han brindado a mi esposa alguna ayuda hasta que comience a recibir la pensión solicitada, pero en vista de que ésta se demora demasiado, esta ayuda va siendo cada vez menor, y es lógico que sea así, ya que aquellos que nos ayudan no pueden sacrificarse indefinidamente. Por otro lado, las necesidades no satisfechas de cada mes se han ido acumulando, haciendo que la situación sea tal que mi esposa está amenazada de verse privada de los servicios de agua y fluido eléctrico por falta de pago.
En mis anteriores solicitudes he pedido que en el caso de no ser posible que pasen a mi familia la pensión a que la ley nos concede derecho, me concedan el licenciamiento para resolver con mi trabajo la situación familiar, y que si tampoco esto me era concedido, me fuese facilitada entonces la salida del país, que estamos tramitando desde antes de ser yo reclutado. Tanto en el Comité Militar como en la Oficina de Emigración de Cienfuegos me han dicho que es posible me concedan el licenciamiento para salir al extranjero, y que debido a esa promesa no se han ocupado en tener resuelto ya el asunto de la pensión, pero como la solución no acaba de llegar, ni de un modo ni de otro, opté por dirigirme nuevamente a esa Sección Política, a fin de que haga conocer mi caso a quien corresponda.
Creo que he esperado y soportado como tal vez otro no sería capaz de hacerlo, pues mi hija y mi esposa se vieron incluso amenazadas de verse en la calle en meses atrás. Debido a mi condición de Ministro Religioso me siento obligado a cumplir las leyes del país, y por ello he tratado siempre de prestar mi mejor cooperación, tanto en el trabajo como en la disciplina de esta Unidad, y por tanto no deben negárseme los derechos que la ley del SMO me confiere.
Espero que esta vez sean hechas las investigaciones y diligencias necesarias para que lo antes posible se le dé a mi familia la pensión, o a mí la seguridad de salida.
Sin más por el momento, y en espera de su respuesta,

Buenaventura Luis Pino
Soldado UMAP # 10